A continuación os describimos la situación general de algunos países en cuanto a la gestión que hacen sus gobiernos del derecho a opinar y a informar:
CHINA
A pesar de que en 2007 se introdujo una nueva normativa encaminada a aumentar la libertad de los periodistas extranjeros para cubrir noticias en China durante las Olimpiadas, muchos han sido detenidos e incluso agredidos cuando intentaban informar sobre algunos asuntos delicados por las autoridades. Los periodistas chinos por su parte no se han beneficiado de esta nueva normativa y siguen trabajando bajo un control y una censura estrictos. Los que publican artículos criticando a las autoridades o a la política oficial se arriesgan a ser procesados y encarcelados, empleándose habitualmente vagas acusaciones como “subvertir la seguridad del Estado” o “filtrar secretos de Estado al exterior”.
El periodista Shi Tao cumple condena de diez años de cárcel por enviar un mensaje electrónico a Estados Unidos a través de su cuenta de correo de Yahoo! en el que se refería a una decisión del Partido Comunista. Las autoridades chinas lo acusaron de “facilitar de forma ilícita secretos de Estado a entidades extranjeras”. Según la transcripción de las pruebas presentadas ante el tribunal, la empresa estadounidense Yahoo!, en una acción injustificable, facilitó a las autoridades chinas los datos de su cuenta.
|
Shi Tao |
FEDERACIÓN RUSA
El trabajo de la prensa independiente, la sociedad civil y las organizaciones de defensa de los derechos humanos en Rusia se ha deteriorado en los últimos años. El alto número de periodistas asesinados en Rusia, al parecer por su actividad profesional, hace de este país un lugar muy peligroso para ejercer el periodismo. Las autoridades rusas registran una tasa muy baja a la hora de obtener justicia por casos de violencia contra periodistas; y rara vez las amenazas de muerte contra periodistas independientes y defensores de derechos humanos son investigadas con eficacia.
La periodista rusa Anna Politkovskaya fue asesinada en la entrada de su apartamento de Moscú el 7 de octubre de 2006. En febrero 2009, un jurado absolvió a todos los acusados de participar en el crimen. Posteriormente, el Tribunal Supremo ordenó una nueva investigación que combina la causa contra los tres presuntos cómplices del crimen con la investigación de las personas responsables de ordenar el asesinato y de llevarlo a cabo.
|
Anna Politkovskaya |
MARRUECOS Y SÁHARA OCCIDENTAL
Las autoridades reprimen firmemente la expresión de opiniones o la difusión de información consideradas como ofensivas para la monarquía en Marruecos. Se secuestran o suprimen ediciones de publicaciones nacionales e internacionales con encuestas de opinión, artículos o viñetas sobre la familia real y, en algunos casos, incluso se cierran las publicaciones.
Defensores y defensoras de los derechos humanos y periodistas marroquíes sufren procesamientos por denunciar casos de corrupción y criticar a las autoridades. Las informaciones consideradas sensibles para la "integridad territorial" del país, por ejemplo lo relativo a la situación del Sáhara Occidental, también pueden provocar la detención y condena de sus responsables.
Idriss Chahtane, editor del semanario Almichaal, fue condenado a un año de prisión en octubre 2009 por el Tribunal de Primera Instancia de Rabat por publicar información falsa con “mala intención”. En noviembre se cerró el semanario después de que se confirmase la condena en apelación.
|
Idriss Chahtane |
CUBA
Varios años después de que en 2003 tuviera lugar una brutal represión de disidentes por parte del gobierno cubano que desembocó en el encarcelamiento de 75 personas, únicamente por ejercer de forma pacífica su derecho a las libertades de expresión, reunión y asociación, en Cuba siguen en vigor leyes que restringen estas libertades, así como el hostigamiento e intimidaciones de disidentes, periodistas y defensores y defensoras de los derechos humanos.
Yosvani Anzardo Hernández es redactor jefe de la revista digital Candonga y corresponsal de una web de noticias radicada en Miami. En septiembre 2009 fue detenido por la policía y, tras dos semanas en la cárcel, liberado sin cargos. El servidor que albergaba la revista fue confiscado.
|
Yosvani Anzardo Hernández |
IRÁN
Las autoridades bloquean sitios web en los que se expresan críticas, especialmente blogs iraníes, pero también incluso sitios de medios de comunicación extranjeros que informan sobre Irán. En abril de 2009, por ejemplo, advirtieron a los usuarios de SMS que los mensajes estaban “controlados” por una nueva ley de “delitos en Internet”. Decenas de periódicos, revistas y otros medios de comunicación impresos son cerrados o prohibidos y los periodistas críticos con el Gobierno son hostigados. Las autoridades llegan a infiltrarse en grupos de la sociedad civil independientes para menoscabarlos. Roxana Saberi, periodista con doble nacionalidad, estadounidense e iraní, detenida el 31 de enero 2009, fue declarada culpable de “colaborar con un Estado hostil” en un juicio a puerta cerrada ante el Tribunal Revolucionario de Teherán el 18 de abril de 2009. Fue condenada a ocho años de cárcel, pero se le redujo la pena a dos años de prisión condicional tras numerosas críticas suscitadas por su caso dentro y fuera de Irán. Quedó en libertad el 12 de mayo y se le permitió abandonar el país.
|
Roxana Saberi |
TURQUÍA
Las opiniones discrepantes, en particular críticas a las fuerzas armadas o comentarios sobre la situación de las poblaciones kurda y armenia en Turquía, se enfrentan a investigaciones y actuaciones penales. En Turquía se procesa por esta razón a muchos escritores, periodistas, activistas políticos kurdos y defensores de los derechos humanos. Numerosas leyes permiten al Estado limitar la libertad de expresión. Por ejemplo el artículo 301 del Código Penal permite procesamientos por insultos a la nación turca, un delito que es punible hasta con dos años de cárcel. En agosto 2009, la fiscalía, en representación del jefe de las Fuerzas Armadas, presentó una querella criminal contra el periodista Mehmet Baransu en aplicación del artículo 301. Se basaba en un artículo publicado en un periódico nacional, Taraf, sobre una presunta conspiración de las Fuerzas Armadas para desestabilizar al Gobierno.
|
Mehmet Baransu |